
Hace tan sólo unos meses, Sam era la criatura mítica. Suya era la enfermedad que no podíamos curar. Suyo era el adiós que tenía mayor significado. Era su cuerpo el misterio, demasiado extraño y maravilloso y aterrador como para comprenderlo.
Pero ahora estamos en primavera. Con el calor, los lobos que aún quedan pronto se desharán de sus pieles para volver a sus cuerpos humanos. Sam se queda Sam, y Cole se queda Cole, y soy yo la única inestable en mi propia piel.”
Este libro es la continuación de temblor. Si no se acuerdan, mirenlo aquí.
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